martes, 21 de agosto de 2012


SALUD INTEGRAL DEL ADOLESCENTE III

1.1 Salud sexual
1.1.1 Conceptualización salud sexual
1.2 Leyes sobre aspectos sexuales
1.2.1 Diversidad sexual
1.2.2 Educación sexual
1.3 Ejercicio responsable de las relaciones sexuales
1.3.1 Disfunciones sexuales
1.3.2 Control de riesgo en las relaciones sexuales
1.3.3 Relaciones sexuales en la adolescencia


UNIDAD I
1.1 SALUD SEXUAL
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".1 2
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha definido la salud sexual como "la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad."3
Ambos organismos consideran que, para que pueda lograrse y mantenerse la salud sexual, deben respetarse los derechos sexuales de todas las personas. En efecto, para lograrla, la OMS asegura que se requiere un "enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia."1
1.1.1 CONCEPTUALIZACIÓN DE SAUD SEXUAL
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la salud sexual es un proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. La salud sexual se evidencia en las expresiones libres y responsables de capacidades sexuales que conducen al bienestar personal y social, enriqueciendo la vida individual y social. No es simplemente la ausencia de disfunciones, enfermedad y/o malestar. Para poder conseguir y mantener la salud sexual es necesario que se reconozcan y defiendan los derechos sexuales de todas las personas (OPS/OMS,2000).
1.2 LEYES SOBRE ASPECTOS SEXUALES
EL MARCO LEGISLATIVO NACIONAL
Las disposiciones constitucionales y legislativas expedidas en México
referentes a los derechos reproductivos abarcan a todas las personas
en edad reproductiva. Las PA/J son, en consecuencia, titulares de esos
derechos.
LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS EN MÉXICO
La  Constitución Política reconoce el derecho de toda persona,
independientemente de su edad, a decidir cuántos hijos tener y cuándo
tenerlos (Artículo 4°), derecho que reitera el Reglamento de la Ley General
de Población (Artículo 13). De acuerdo con este Reglamento, los organismos
gubernamentales que integran el CONAPO están obligados a proporcionar
información y educación sobre planificación familiar, especialmente a personas
adolescentes y jóvenes (Artículo 18).
La Ley General de Salud establece que es “deber de los padres preservar el
derecho de los menores a la satisfacción de sus necesidades y a la salud
física y mental”, y que la planificación familiar debe incluir la información
y orientación educativa para los adolescentes y jóvenes (Artículo 67).
La Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
tiene como objetivos: asegurarle a las y los adolescentes “un desarrollo
pleno e integral, lo que implica la oportunidad de formarse física, mental,
emocional, social y moralmente en condiciones de igualdad” (Artículo 3).
La Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar
establece que la planificación familiar es un derecho de toda persona,
independientemente de su género, edad y estado social o legal. También
señala que la consejería en materia de planificación familiar debe dar
particular atención a la población adolescente, con absoluto respeto al
derecho a decidir sobre su conducta sexual y reproductiva y al
consentimiento informado en la prescripción de métodos anticonceptivos.9
Pese a que la normatividad mexicana determina que los servicios públicos de salud
reproductiva son obligatorios, las  PA/J no han alcanzado los niveles nacionales de
prevención anticonceptiva, indicador fundamental de su capacidad para controlar
sucesos vitales. Si bien el uso de anticonceptivos por parte de las mujeres jóvenes se ha
incrementado en los últimos años, sigue siendo inferior al promedio nacional (68.4%)
en los grupos de 15 a 19 y de 20 a 24 años (con 45% y 59.2% respectivamente).
12
Dichos grupos tampoco han tenido opciones para resolver un embarazo no deseado,
entre otras causas por la carencia de disposiciones legales y normativas que hagan
efectivo el aborto médicamente seguro.
El desarrollo de los derechos sexuales de las personas adolescentes y jóvenes se ha
topado en México, como en otras partes del mundo, con la oposición de los grupos
conservadores, en particular de la jerarquía de la Iglesia católica. Es falso que el ejercicio
de su sexualidad conduzca a las PA/J al desenfreno moral, como opinan esos grupos; y
resulta antidemocrático e ingenuo creer que las medidas represivas son eficaces en un
mundo comunicado e informado como nunca antes en la historia. Un mundo, además,
en que la socialización de las y los adolescentes es cada vez más ajeno a las familias y
las iglesias, instituciones a las que los grupos conservadores confían el control de la
sexualidad adolescente y juvenil.
No obstante, tanto las corrientes conservadoras como las liberales están de acuerdo en
fomentar la responsabilidad de las PA/J en materia sexual y reproductiva. Hay que tener
claro que dicha responsabilidad es resultado de tomar decisiones trascendentes para la
vida personal y de pareja, del mismo modo que la capacidad de decisión se incrementa
significativamente con el control efectivo de la fecundidad y de la protección contra las
infecciones de transmisión sexual.
La responsabilidad de las PA/J también aumenta con la educación sexual y reproductiva,
como muestran todos los estudios disponibles. Dicha educación influye en el retraso
del inicio de la actividad sexual, disminuye la posibilidad de embarazos tempranos o no
deseados e incrementa la capacidad de protección contra infecciones de transmisión
sexual, incluido el VIH/sida.
No debe perderse de vista que, sobre un fundamento de responsabilidad e información,
el disfrute de la sexualidad gozosa y en libertad, de una sexualidad plena, es parte del
desarrollo de las facultades humanas de las personas adolescentes y jóvenes.

Derechos de la Diversidad Sexual.

La ley 17.817 contra el Racismo, la Xenofobia y otras formas de discriminación dice:

Art. 2: "... se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción, preferencia o ejercicio de violencia física y moral, basada en motivos de... género, orientación e identidad exual, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales..."

El Código Penal señala:

Ar. 149: "El que cometiera actos de violencia moral o física, de odio o de desperecio contra una o más personas en razón del color de su piel, su raza, religión, origen nacional o etnico, orientación sexual e identidad sexual, será castigado con  seis a veinticuatro meses de prisión."


Ley de Unión Concubinaria.

Artículo 2º. (Caracteres).- A los efectos de esta ley se considera unión concubinaria a la situación de hecho derivada de la comunidad de vida de dos personas -cualquiera sea su sexo, identidad, orientación u opción sexual- que mantienen una relación afectiva de índole sexual, de carácter exclusiva, singular, estable y permanente, sin estar unidas por matrimonio entre sí y que no resulta alcanzada por los impedimentos dirimentes establecidos en los numerales 1º, 2º, 4º y 5º del artículo 91 del Código Civil.


Los Derechos Sexuales, son Derechos Humanos Funadamentales y Universales.

1.2.1 DIVERSIDAD SEXUAL
La diversidad sexual es la puerta de entrada a un amplio campo de estudio, que pone de manifiesto y defiende las infinitas y legítimas formas de pensar, sentir y desear de las personas. De este modo, rompe los tabúes y subvierte los esquemas culturalmente determinados, que han impuesto históricamente caminos únicos para ser y vivir en el mundo.

Aunque ha sido empleado con frecuencia para referirse a las distintas orientaciones del deseo sexual de las personas, incluye también las identidades de género y las diversas formas sexuales que existen, más allá de las categorías tradicionales y excluyentes de hombre y mujer.

En este sentido, la diversidad sexual reconoce y defiende los derechos de las personas intersexuales, que son fuertemente estigmatizadas y discriminadas por nacer simultáneamente con órganos masculinos y femeninos en grados variables. A pesar de ello, todavía a día de hoy la lógica de la “normalidad” dominante rechaza esta posibilidad, y a muy temprana edad somete a estas personas a la cirugía de asignación de sexo para hacerlas encajar en las dos únicas categorías de sexo aceptadas, provocando en muchos casos graves problemas de identificación sexual.

La Diversidad Sexual es un término complejo de explicar, ya que implica el conocimiento de todas las variables que encontramos en la sexualidad humana.
La sexualidad se refiere a todos los aspectos de la vida sexual de las personas: sus deseos sexuales, sus identidaes sexuales (y de género) y sus prácticas sexuales; y se experimenta/vive y expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.

Entonces, cuando hablamos de diversidad sexual debemos considerar al menos tres dimensiones para su análisis y definición:

- La orientación sexual u orientación del deseo erótico-afectivo.
- La identidad sexual.
- y la expresión sexual (comportamiento sexual)

La diversidad sexual nos habla de la complejidad humana, y pone en evidencia la calidad simplificadora, dicótomica y excluyenbte del discurso hegemónico que construye realidades sobre la sexualidad y los cuerpos sexuados, a partir de un modelo fabricado como el "único posible", que prescribe una forma de pensar, sentir y ser, y que se subroga el derecho de exclusividad de existencia, retirando del campo de visibilidad lógica y socialmente inteligible a todo lo que se aprte de dicho modelo.


Asumir la diversidad que existe en la sexualidad humana nos plantea la revisión de las categorías que sobre la sexualidad hemos construido y reconocer que estas no son inamovibles, ni definitivas, si no que están en cosntante movimiento.

La igualdad comienza cuando reconocemos que todas las personas tenemos el derecho a ser diferentes.

Extraído de: Proyecto Saluddhhable!!! ¿Hablamos de Sexualidad, Género y Prevención del VIH?

1.2.2 EDUCACIÓN SEXUAL
El término educación sexual se usa para describir el conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y la divulgación acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductor femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción -y, más específicamente, la reproducción humana-, los derechos sexuales y reproductivos, los estudios de género y otros aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar una satisfactoria salud sexual y reproductiva.

1.3 EJERCICIO RESPONSABLE DE LAS RELACIONES SEXUALES
Existen medidas para tener
relaciones sexuales de una
manera responsable, sin la
consecuencia de un embarazo no planeado o alguna infección de transmisión sexual (ITS).
Estas medidas incluyen,
entre otras, el uso de métodos
que evitan los embarazos
no planeados. Un método
anticonceptivo es el que impide o reduce la posibilidad de que ocurra la fecundación al tener relaciones sexuales. Generalmente implica el uso de dispositivos o sustancias que tienen, según cada caso, diferentes niveles de efectividad.
1.3.1 DISFUNCIONES SEXUALES
Son problemas en la respuesta sexual humana (el deseo, la excitación y el orgasmo) que usualmente impiden el desarrollo de una vida íntima plena, afectan la salud integral y la autoestima del individuo, así como su relación de pareja.
Padecer de algún tipo de trastorno sexual es algo muy común hoy en día. Lo mejor que se puede hacer es buscar el tratamiento adecuado lo antes posible, para volver a disfrutar de la vida sexual plena que tanto la persona afectada como su pareja merecen.


No olvides que la sexualidad es una vivencia compartida con la pareja, y esto es de suma importancia en el tratamiento de cualquier disfunción sexual.

Clasificación

Las disfunciones sexuales más comunes son:



Anorgasmia: Imposibilidad de conseguir un orgasmo.

Aversión sexual: Rechazo a casi todo tipo de acto sexual, incluye miedo, ataques de pánico, fobia, asco, entre otros.

Dispareunia: Dolor durante o poco después de una relación sexual.

Dolor sexual no coital: Dolor genital recurrente durante la actividad sexual provocado por estimulación no coital.

Eyaculación precoz: Respuesta orgásmica o eyaculatoria durante el acto sexual antes de lo deseado.

Eyaculación retardada: Sucede cuando la erección se mantiene pero la eyaculación tarda en aparecer.

Falta de deseo sexual o Frigidez: También llamado deseo sexual hipoactivo, se describe como el bajo nivel de interés sexual.

Impotencia: Caracterizada por la dificultad del hombre en mantener una erección con la rigidez suficiente para lograr la penetración vaginal. Hoy en día existen gran cantidad de tratamientos.

Vaginismo:Espasmo muscular involuntario de los músculos vaginales que provoca gran dolor durante o la imposibilidad de la penetración.

¿Qué causa las disfunciones Sexuales?
Causas Físicas:


Es frecuente en personas que sufren de alguna dependencia, como el alcoholismo o los psicofármacos. Muchas drogas pueden intervenir en el proceso funcional de la excitación y el orgasmo.


Otra de las causas frecuentes es un inadecuado perfil hormonal, en especial un bajo nivel de andrógenos. La testosterona es necesaria para mantener el deseo no sólo en el hombre, sino también en la mujer, aunque en ella los niveles normales son mucho más bajos.


Lo más normal es que las disfunciones sexuales obedezcan a causas psicológicas como un bajo nivel de autoestima, estados depresivos, excesivo estrés o ansiedad, una historia de abusos sexuales o mala relación de pareja, etc.

Lo importante es tener conciencia de que cualquiera que sea la causa, existen tratamientos y terapias, tanto para el individuo en sí, como para la pareja afectada, para resolver estos problemas. Entre antes se acepte el problema y se tome acción, mejores posibilidades tendrá la persona de retomar y disfrutar de una vida sexual normal y plena.


¿Qué hacer?

Deberás acudir al especialista lo antes posible, ya que las disfunciones sexuales tienen solución cuando se tratan precozmente y se lleva a cabo una terapia adecuada, casi siempre a nivel de pareja.


Es importante asimismo eliminar ciertos tabúes sociales tales como el tamaño del miembro, tipo y número de actuaciones sexuales, impotencia “como preaviso” del envejecimiento, mala experiencia como precursora de una actividad sexual angustiante, etc.


Disminuir la ansiedad por mantener relaciones sexuales puede aliviar la tensión que provoca la necesidad de cumplir. Muchas veces esto por sí mismo puede ocasionar el trastorno dado.


Prevención

Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es compartir tiempo no sexual con la pareja, ya que las parejas que reservan tiempo para hablar, salir y compartir actividades, mantendrán una relación más estrecha y es más probable que sientan un mayor interés sexual.


Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.



El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de acercamiento.


Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas con contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el deseo sexual y de paso ayudar a prevenir la aparición de ciertas disfunciones sexuales.



El reservar tiempo para tu pareja de manera regular tanto para hablar como para la intimidad, estimulará la cercanía y el deseo sexual.


1.3.2 CONTROL DE RIESGO EN LAS RELACIONES SEXUALES
CONTROL DE RIESGOS EN LAS RELACIONES SEXUALES

Principalmente debe de existir una higiene y una seguridad antes de tomar una decisión muy importante en tu vida que es decidir cual es la persona indicada con la que deseas tener relaciones sexuales.

Riesgo muy alto Riesgo posible Sin riesgo
Penetración anal Penetración vaginal Masturbación

Pueden ser de: H-M, M-H, M-M, H- H.

Decidir tener relaciones sexuales es una gran decisión, ya que involucra tanto a tu cuerpo como a tus emociones.
Necesitas estar seguro que es la decisión correcta para tí. Hay muchas cosas que necesitas pensar antes de decidir tener sexo, incluyendo si ésta es la persona correcta, el tiempo correcto en tu vida, y cómo te sentirás si se termina la relación. Si aún así decides tener sexo, definitivamente necesitas pensar primero sobre cómo prevenir embarazarte y cómo protegerte de adquirir una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).

Debes platicar con tus padres, guardián, un adulto de confianza, o con tu doctor si estás pensando en tener relaciones sexuales. Es una buena idea discutir todas tus opciones y todas las preocupaciones que puedas tener para que tomes una decisión correcta.

La gente joven tiene que tomar muchas decisiones sobre su sexualidad, incluyendo el abstenerse del sexo o en convertirse, o continuar siendo, sexualmente activo. Otras cosas de sexualidad sobre las cuales los adolescentes necesitan tomar decisiones es acerca del sexo de su pareja, el tipo de anticoncepción, y la intensidad de la relación. Nunca debes dejar que otros te presionen para tener sexo si tú no quieres. ¡La decisión sobre cuándo tener sexo, la primera vez y cada vez después de la primera vez, es solamente tuya! Recuerda que es completamente adecuado el no tener sexo todavía. Eres joven y existen riesgos, como las ETS y el embarazo. Mucha gente joven simplemente no quiere ni tener que lidear con la posibilidad de adquirir una ETS o un embarazo, y por eso deciden esperar.

Antes de decidir tener una relación sexual, habla con tu pareja acerca de si esta es la decisión correcta para tí. Pregúntale sobre su historia sexual, incluyendo si él o ella ha sido expuesto a enfermedades de transmisión sexual (ETS). Discute sobre si tú o tu pareja han estado o se verán involucrados sexualmente con otras parejas. Recuerda, el riesgo de adquirir una enfermedad transmitida sexualmente o un virus que pueda causar cáncer o SIDA se aumenta si tú o tu pareja tienen relaciones sexuales con otra gente. Entre más parejas sexuales, el riesgo es mayor. La única manera de prevenir por completo el adquirir una enfermedad de transmisión sexual es no tener sexo. Si tú decides tener sexo, la mejor manera de evitar contagiarte de una enfermedad transmitida sexualmente es tener sexo solamente con una persona que nunca ha sido expuesta a enfermedades de transmisión sexual. Debes utilizar condón de látez cada vez que tengas relaciones sexuales, desde el principio hasta el final.


1.3.3 RELACIONES SEXUALES EN LA ADOLESCENCIA
Relaciones sexuales de adolescencia

Son muchos los adolescentes que tienen su primera experiencia sexual antes de los 18 años. Actualmente, la relación sexual entre adolescentes es mucho más común de que lo era hace veinte años.

MARÍA JESÚS RALUY / MUJERACTUAL
Hay padres que muestran una preocupación casi obsesiva por su hijo en lo referente a este tema porque aún tienen la sensación que las relaciones a esta edad están mal, se sienten impotentes y esta misma impotencia puede ser causa de desconfianza y de grandes peleas. Es muy importante que exista comunicación con tu hijo, una conversación respetuosa y sincera es básica para ejercer una influencia positiva en este aspecto.
Muchos padres se sienten muy incómodos ante la perspectiva de que sus hijos se conviertan en personas sexualmente activas y cuando llega el momento de hablar de ello, se sienten angustiados. En otras épocas los padres eludían completamente la cuestión y los hijos aprendían todo lo referente al sexo a través de sus experiencias y de lo que les contaban los amigos. No era la forma más adecuada de hacerlo, pero era la más corriente porque hasta los más preocupados por el tema se sentían incómodos al referirse a él. Pero hoy, los padres deben ser conscientes de algo más, como son las enfermedades de transmisión sexual, por eso hay que superar el pudor de hablar con los hijos para evitar males mayores.

¿Qué ocurriría si te enteraras de que tu hijo utiliza anticonceptivos?
¿Fingirías que no sabes nada?, ¿se los prohibirías?. Si te ocurre eso, habla con él, nunca le grites e intenta ponerte de acuerdo en los puntos en que no coincidís, siempre hablando moderadamente y con calma. Ante todo hazle entender que tu objetivo es ayudarle, infórmale de los anticonceptivos más apropiados para su edad (como pueden ser las pastillas anticonceptivas o los preservativos) y explícale que hay centros de planificación familiar que le podrán asesorar ante cualquier duda que pudiera tener.

Si descubres anticonceptivos entre las cosas de tu hijo, eso confirma la realidad de que tu hijo está considerando la posibilidad de tener relaciones sexuales o de haber tenido una relación sexual. Los sermones y prohibiciones drásticas no sirven de nada, tu hijo debe sentir que puede contar contigo en todo momento, como padre has de crear una atmósfera de información y de comprensión. Debes expresar tu posición sobre el tema y dejar que tu hijo lo haga también, dale la información que necesita. Los valores de los padres con respecto a esta materia suelen ser muy diferentes a los de los hijos y muchos adultos cuando se trata de la sexualidad de sus hijos se vuelven aún más conservadores.

Si deseas que el diálogo con tu hijo dé buenos resultados, debes a aprender a ser más tolerante en relación a los valores del joven con respecto al sexo, aún en el caso de que sean diferentes a los tuyos.

La sexualidad a esta edad se ha de aceptar como una parte normal del desarrollo del adolescente y has de influir positivamente en su conducta y en su sentido de la responsabilidad.

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